Iniciativa Salvadme Reina, por la gracia de Jesús

Utilizando los medios modernos de comunicación social para difundir la buena noticia, siempre actual, del Evangelio y el Mensaje de esperanza de Nuestra Señora de Fátima, la iniciativa «Salvadme Reina» busca hacer retornar a la vida de la Parroquia – a través de envíos de correo postal – a todos aquellos que se han alejado, independientemente de su color, raza o religión.

Estos envíos, como la postal del Inmaculado Corazón de María a los hogares, están subvencionados por la colaboración voluntaria de los participantes. Con su ayuda ha sido posible aumentar, en el transcurso de los años, estas iniciativas de evangelización.

Automáticamente, las personas que envían alguna colaboración o compran alguna publicación, son consideradas adherentes de nuestra Asociación y pasan a recibir por un período de tiempo nuestros envíos mensuales.

Vea aquí algunas de las publicaciones más recientes, enviadas por correo postal:

portada calendario2014

Calendario 2014 – Bajo la mirada y la protección de Nuestra Señora.

De entre las flores, que nos proporcionan mucha paz y alegría, podremos encontrar, en el Calendario 2014, la perfumada Rosa Mística, la expresión maternal de la Santísima Virgen, la flor más hermosa del jardín de Dios.

Cuando recibimos un calendario, experimentamos la fugaz sensación de ¡qué deprida ha pasado este año!

El 2013 ya se está acabando. Un año más de nuestra existencia…

Sería muy provechoso espiritualmente, si utilizáramos estos días que nos quedan para la llegada del nuevo año, para preguntarnos:

¿Cómo me he portado durante el 2013?:

en relación a Dios y a la Virgen, ¿he cumplido com mis obligaciones?;

y con mi prójimo, parientes y amigos, ¿he actuado con caridad?

Si así lo hiciéramos, entraríamos en el año 2014 con mejores disposiciones, más alegres y con un corazón purificado, rejuvenecido y habríamos ofrecido a Nuestra Señora un ramillete de flores  espirituales.

Este año hemos escogido un motivo floral como fondo, porque es uno de los símbolos más adecuados para representar la hermosura de la Madre de Dios y nuestra querida Madre.

No son raras las veces que la Iglesia compara a la Santísima Virgen con las flores.

En el siglo V, en el himno mariano más famoso de Oriente, el «Akáthistos», ya se cantaba: «Salve, azucena de intacta belleza; (…) ramaje frondoso – que a todos cobija. (…) Salve, fragancia de ungüento de Cristo. (…) Digna de toda loa, Madre santa del Verbo, el más Santo entre todos los Santos».

Más tarde, en la Letanía Lauretana, se alaba e invoca a María: «Rosa Mística, ruega por nosotros».

mayo p

En el Pequeño Oficio de la Inmaculada Concepción es venerada como la «Virgen florida», que dio a luz el fruto bendito que hizo posible la salvación eterna de la Humanidad. Y sin hablar de la invocación «Flor del Carmelo», que perfuma y alegra a los carmelitas.

Pasemos lentamente las hojas del calendario y veremos que cada mes la imagen de María y las flores son más bonitas.

Contemplemos las diferentes expresiones de María, enmarcadas por las flores, que están en las páginas del Calendario. Ella nos ayudará a vencer cualquier problema o pruebqa que se nos presente en el camino.

Ciertamente encontraremos en la mirada de María la conformidad y paz de alma y un óptimo medio de preparación para las alegrías del Cielo.

Pongamos su calendario en un sitio destacado de nuestra casa, o de nuestro trabajo, porque de esta manera podremos contemplar frecuentemente las hermosas fotografías de la Virgen florida y rezar siempre que lo necesitemos.

El perfume de María, como el de las flores, se esparcirá por todo el lugar y tomará cuenta de nuestros corazones.

Un pensador católico de actualidad decía sobre la Virgen María: «La devoción a Nuestra Señora infude en las personas tal confianza que no hay nada que la quebrante. Cuando un alma ama y tiene la sensación de ser amada por Dios y por Nuestra Señora, los peores tormentos de la vida no alcanzan su tabernáculo interior».

Lo mismo se podría decir de los que, con confianza, cuelgan el calendario en la pared y entregan a María la protección de sus hogares y de sus vidas, todos los días del año. Ante las dificultades más grandes, miserias o agonías, permanecen tranquilos y reconfortados, convencidos de que no les abandona la benevolencia divina.

Este calendario puede ser un instrumento para llevar a Dios y a la Virgen a muchas familias. Podrá convertirse en un discreto, pero eficaz, medio evangelizador y misionero.

Si Vd. no vive en España o desea el calendario en PDF:

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Si Vd. vive en España y desea recibir el calendario por correo ordinario:

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NOTA: Los calendarios solo se pueden enviar por correo postal a los pedidos que sean de España; y un máximo de 2 calendarios por persona.

portada calendario2013

Calendario 2013 – Bajo la mirada y la protección de María.

Encontraremos en su interior, junto a la grandeza y encanto del firmamento, la fisonomía dulce y materna de la Puerta y Reina del Cielo. Ella nos guía por el camino que nos conduce a la felicidad.

Este año hemos procurado diseñar un calendario diferente. A primera vista, los números de los días son ahora un poco más grandes; hemos incluido las fases de la luna, así como un mayor destaque a las principales fiestas del Señor, la Virgen y la memoria de los santos.

A pie de página de cada mes, hemos colocado unas breves reflexiones de S.S. Benedicto XVI sobre la Virgen. Son trece consideraciones que nos invitan a crecer en el amor a María, nuestra Madre del Cielo, y le ayudarán a tomar siempre mayor conciencia de su presencia junto a usted, en su día a día.

Hemos escogido una selección de fondos de cielos, porque con independencia de las pruebas, decepciones, tentaciones y tristezas de la vida que no nos faltarán nunca en este Valle de Lágrimas, debemos levantar siempre la cabeza hacia arriba, más allá de nuestros cortos horizontes, y mirar hacia la ciudad de Dios, la casa del Padre, el palacio de luz, reservado a cada uno de nosotros.

San Ignacio, al contemplar el sol, las nubes, el cielo estrellado o cualquier maravilla de la naturaleza, veía en ellos un espejo de las magnificencias de la Casa de Dios, nuestra morada eterna; un libro rebosante de las más agradables enseñanzas, que hablan al hombre de Dios; aunando armónicamente, su infinita Grandeza con una Bondad y Misericordia sin límites, preparando nuestras almas para gozar de Él, en el Cielo.

Por eso, hemos querido asociar en el calendario este aspecto maravilloso de la Creación, que nos remite a Dios y a la Virgen.

A San Pío de Pietrelcina, en cierta ocasión, le preguntó una joven si existía un atajo para llegar al Cielo, a lo que respondió:

—“El atajo hacia el Cielo es la Virgen María”.

San Agustín enseña que la Virgen, por haber sido el medio del que Jesús se sirvió para llegar hasta nosotros, es el camino para encontrarnos con Él.

Un camino, pero no se queda ahí. Ella nos alcanza de Dios las gracias necesarias para que no caigamos o nos levantemos, y la fuerza para avanzar con alegría.

María es nuestro socorro diario, universal e inagotable. Protege las almas fieles a Dios y es Madre junto al pecador arrepentido, intercediendo por él junto a su Hijo. Ella es el Arca de Salvación de las almas.

Todos nosotros —adherentes y bienhechores de la Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima— albergamos en nuestros corazones una fe y confianza completa en María, Mediadora de todas las gracias. Éste ha sido el motivo por el que pusimos nuestra bonita imagen del Inmaculado Corazón de María de Fátima con tan maravillosos fondos de los cielos de este mundo, anticipos del venidero y eterno.

Le invito ahora a pasar despacio las hojas del calendario, y a observar cómo cada mes la fisonomía de María, y los diversos aspectos del Cielo, son unos más bonitos que otros.

Contemple el semblante de María.

Ella nos ayudará a vencer todos los problemas o dificultades que se presenten en nuestro camino, rumbo a la meta de nuestra vida, la alegría eterna: ¡el Cielo!

Descargue o pida el calendario y haga lo que San Bernardo, un gran devoto de María, aconsejaba:

“Contempla ahora la faz que a Cristo más se asemeja, porque sólo su claridad podrá disponerte para ver a Dios”.

En su mirada encontramos, simultáneamente, una grandísima inocencia de alma y una profunda paz interior. Elementos fundamentales, que preparan nuestras almas adecuadamente, para las alegrías eternas del Cielo.

octubre pPongamos el calendario en un lugar adecuado en nuestra casa o en el lugar de trabajo, pudiendo así, mirar siempre que queramos, a nuestra Madre y Reina del Cielo para pedirle lo que sea, en cualquier circunstancia.

Bien sabemos, que en el hogar la presencia de una madre reúne a su alrededor a los hijos. Por eso, este calendario que manifiesta con tanta fuerza la ternura de la Madre de Dios y nuestra, será un medio por el cual, Dios transmitirá paz y armonía donde esté.

No nos resistimos a contarles lo que leímos en uno de los escritos de un gran pensador católico de actualidad, sobre la Virgen María.

Dice ese autor, que “la devoción a la Virgen infunde en las personas una confianza que nada la puede debilitar. Cuando un alma ama y tiene la sensación de ser amada por Dios y la Virgen, los peores tormentos de la vida no alcanzan su tabernáculo interior”.

Por analogía, podríamos decir lo mismo de quienes por devoción cuelgan su calendario en la pared. Es una manera de entregar a María el cuidado de sus hogares y vidas durante todos los días del año. En las mayores dificultades, miserias o agonías, permanecen tranquilas y seguras, contando con la benevolencia de Dios, que nunca les abandona.

Colaborando juntos codo a codo, hemos distribuido miles de rosarios, medallas, fotos de la Virgen, libros de piedad, etc., y estamos empeñados en romper la ola de indiferencia religiosa tan devastadora que invade nuestro país.

Infelizmente, hoy en día, como ya se habrá dado cuenta, hay muchos, que incluso    quieren suprimir la noción de Dios en nuestras vidas, ¡como si eso fuera posible…! llegando al extremo de querer quitar los crucifijos de los lugares públicos. En una palabra, quieren eliminar las raíces cristianas de nuestra memoria y de la sociedad.

¿No les parece que este calendario podría ser un instrumento para acercar a Dios y a la Virgen a muchas familias, convirtiéndose en un discreto, pero eficaz pretexto para evangelizar?

Nuestra gran aspiración es que este calendario llegue a miles de personas que perdieron la fe y que ya no frecuentan la iglesia.

Estas personas necesitan a María, y no nos podemos olvidar de ellas.

Ayúdenos a difundirlo por todo el país, y podremos ver pronto los frutos de nuestro esfuerzo misionero y evangelizador, especialmente con la juventud. Que María, Puerta del Cielo, esté presente en toda su vida y guarde su corazón.

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Si Vd. vive en España y desea recibir el calendario por correo ordinario:

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NOTA: Los calendarios solo se pueden enviar por correo postal a los pedidos que sean de España; y un máximo de 2 calendarios por persona.

medalla capaLleve al cuello – con fe – la medalla milagrosa. ¡Recibirá gracias abundantes!

Su historia comenzó en 1830, cuando la Santísima Virgen se apareció, en tres ocasiones, en París a Catalina Labouré, por entonces novicia de las Hijas de la Caridad, instituto religioso constituido con fines religiosos y de asistencia a los más necesitados, fundado por San Vicente de Paúl.

En estas apariciones, la Virgen María pidió expresamente que acuñara una medalla con la frase:

«¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!», prometiendo abundantes gracias a toda persona que la use con fe y devoción.

La medalla de este envío es una fiel réplica, tal como la Virgen pidió, acompañada de su novena.

El uso de medallas, ha sido siempre una expresión de nuestra devoción. Para favorecer esta piadosa práctica, la Iglesia instituyó bendiciones propias y privilegios especiales, para varias de ellas.

Esta del envío de este mes se distingue de todas, de una manera muy especial y puede con propiedad ser llamada la medalla entre las medallas.

El Papa Pío XII explicó en su momento, cómo «desde el primer momento había sido instrumento de tan numerosos favores, tanto espirituales como temporales, instrumento de tantas curaciones, protecciones y sobre todo conversiones, que la voz unánime del pueblo enseguida la denominó como «Medalla Milagrosa»».

Desde entonces, su divulgación no ha dejado de multiplicarse por el mundo, invitando a los devotos de Nuestra Señora a recurrir a la Madre de Dios en los momentos de mayor necesidad.

En el libro Tesoros de la Historia encontramos una serie de milagros auténticos obrados por medio de la Medalla Milagrosa. Son milagros tan impresionantes que nos sentimos en la obligación de colocar aquí algunos, muy brevemente:

  • Una madre, tuvo el presentimiento de que algo malo iba a pasarle a su hijo, y le puso al cuello una medalla milagrosa. Esa misma noche, el muchacho fue asaltado en una calle oscura y al resistirse lo apuñalaron, pero la medalla le sirvió de escudo, al partirse en dos, lo que amortiguó la fuerza del golpe. La herida sufrida fue tan sólo superficial.
  • Otro hecho conmovedor le sucedió a una niña de 20 meses. Mientras jugaba muy cerca de un pequeño puente, resbaló y cayó al fondo de un riachuelo. Un hombre se echó al agua y encontró a la niña enganchada a unas ramas y sin signos vitales aparentes. Llamó a su esposa, la cual bajó e inmediatamente le colgó la medalla al cuello. Nada más empezar los dos a rezar, comenzó la niña a toser. La Santísima Virgen la había salvado.
  • Más recientemente, en el mayor accidente aéreo del Brasil, ocurrido en la ciudad de São Paulo, la Medalla Milagrosa salvó a un joven llamado Carlos. En una entrevista por televisión, el 19/7/2007, enseñó la medalla que llevaba al cuello y explicó que gracias a la protección de Nuestra Señora pudo escapar del hangar donde trabajaba, en el momento en que el avión chocó contra el edificio, sin un rasguño.

Pero, los milagros de más relevancia de la medalla milagrosa, son los radicales cambios de vida.

El más famoso de todos fue el de Alfonso de Ratisbona, acaudalado banquero judío.

Cuatro días antes de su expectacular conversión, el joven había aceptado, por jactancia, un desafío que le hiciera un amigo suyo, el Barón Teodoro de Bussieres: rezar un Acordaos durante el día -la conocida oración compuesta por San Bernardo- y llevar al cuello la Medalla Milagrosa.

El jueves 20 de enero de 1842, debiendo el Barón Teodoro encargar una misa, pidió a Ratisbona que lo acompañase a la Basílica de Santa Andrea delle Frate, en Roma. Allí se le apareció la Santísima Virgen. «La Virgen no me habló pero lo he comprendido todo«, afirmó quien fue convertido fulminantemente por la Madre de Dios. En 1847 ingresó en la Compañía de Jesús, donde rindió excelentes servicios a la Iglesia con el nombre de Padre Alfonso María Ratisbona.

También en nuestros días, la Santísima Virgen quiere, a través de esta medalla, conceder gracias y favores especiales a las personas, a las familias y al mundo.

Desde los inicios de nuestra Asociación, de manera simultánea a la divulgación del mensaje de Fátima, nos hemos empeñado siempre en dar a conocer esta devoción. Pero aún queda mucho por hacer.

En estos terribles tiempos de crisis en los que vivimos, hemos recibido muchos testimonios de personas que nos han narrado la protección palpable de la Virgen María contra enfermedades, accidentes de carretera, problemas laborales, tentaciones del demonio, etcétera.

Los alborotados días actuales, nos hacen pensar, que es una imperiosa obligación de conciencia multiplicar el envío de esa medalla a millares de hogares más.

¿Podemos contar con Vd.? ¿Puede ayudarnos a divulgarla?

No piense que para eso tendrá que salir de casa o realizar un trabajo extra. Nada de eso.

Lo que le pedimos es muy sencillo. Ayúdenos con una aportación en la medida de sus posibilidades, y haga propaganda de la medalla entre sus familiares y amigos.

Pensamos que si Dios puso en nuestras manos un medio tan sencillo para recibir tanto por medio de su Madre, una manera de serle agradecido, es dar a conocer esta medalla en la medida de nuestras posibilidades a todo el mundo.

Su ayuda será un precioso impulso para la expansión de la medalla milagrosa y la evangelización que llevamos a cabo.

Piense que participando en esta iniciativa, contribuirá a que María Santísima derrame gracias incontables en los corazones abriéndose a la esperanza del triunfo de su Inmaculado Corazón -prometido en Fátima- sobre el mal, en estos tristes días en que vivimos.

cuadrito del Inmaculado Corazón de MaríaLa Asociación Salvadme Reina de Fátima desea multiplicar las Misiones Marianas en España, entre los meses de Mayo a Octubre, cuando Nuestra Señora se apareció -hace 95 años- a los pastorcitos de Fátima.

Dado que muchísimas personas han dejado de ir a la Iglesia, procuremos que la imagen de la Santísima Virgen vaya al encuentro de esas almas y penetre en los corazones, con su maternal dulzura, reabriéndolos a Jesucristo.

Para que puedan participar en esas misiones, y rezar, por el éxito de los dedicados misioneros de los Heraldos del Evangelio -que con tanto cariño y devoción llevan a la imagen peregrina de la Virgen-, hemos publicado este cuadrito con el Corazón Inmaculado de María.

En él, está estampada la imagen esculpida según las indicaciones de Sor Lucía, cuando la Virgen se le apareció en 1925, en Pontevedra, mostrándole su Corazón Inmaculado, rodeado de espinas. Es una copia de la imagen bendecida por el beato Juan Pablo II, que en la audiencia del 28 de febrero de 2001 invitó a los Heraldos a  ser «mensajeros del Evangelio por intercesión del Corazón Inmaculado de María».

Llevaremos la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima a hospitales, residencias, escuelas, familias y parroquias, dando prioridad a las personas que más necesiten del amparo y protección de Nuestra Madre Santísima.

No se olviden de rezar por el éxito de esta nueva iniciativa que tiene por objetivo, en cierto sentido, «re-evangelizar» España.

No en vano, el Beato Juan Pablo II en su Encíclica Redemtoris Missio (diciembre 1990), afirmaba, ya entonces, que especialmente en países de antigua tradición cristiana, como España, «donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. En este caso es necesaria una «nueva evangelización» o «re-evangelización».

Hace muy poco tiempo, el Papa Benedicto XVI erigió el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, y en su reciente viaje a México invitó a todos los fieles a recuperar «la alegría de ser cristianos», en actitud de conversión y reconciliación, «confiando en la misericordia de Dios omnipotente y la esperanza de que Él cambiara desde dentro, desde el corazón, una situación insoportable, oscura y sin futuro».

El Santo Padre anunciaba que, «precisamente para dar renovado impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto -en el que a menudo se encuentran- hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo que nos da su vida en plenitud», había decidido convocar un Año de la fe. Comenzará el 11 de ocrubre de 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey del Universo. «Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo», decía en la homilía de la Misa celebrada el 16 de octubre de 2011.

Los insistentes llamamientos del Papa y de los obispos a una nueva evangelización resonaron en nuestro corazón, llamándonos a intensificar nuestra acción misionera.

Por nuestra parte, ¿podrá haber mejor preparación para este Año de la fe y mejor medio de evangelización que llevar por todo el país la imagen del Inmaculado Corazón de María?

El Evangelio transformó el mundo, y continúa haciéndolo, como un río que riega un campo inmenso. Podremos, no ver por dónde las aguas ejercen su acción benéfica y dónde germinan y crecen nuevas flores, nuevas vocaciones sacerdotales, religiosas y seglares, pero Dios está trabajando en los corazones.

Por la Comunión de los Santos, sabemos que a veces, falta una gota de agua -quizás la que nosotros podamos aportar con nuestras oraciones, sacrificios y limosnas- para que la gracia de Dios pueda tocar determinadas almas que necesitan de una ayuda especial.

Consta que San Ignacio aconsejaba que actuásemos como si todo dependiera de nosotros y confiásemos como si todo dependiera de Dios.

En coherencia con estos pensamientos, decidimos lanzar esta nueva iniciativa, con la completa certeza de que la Santísima Virgen sabrá conducir a la humanidad hacia su Divino Hijo y traerá «vida, dulzura y esperanza» a todos los que participen en ella.

Después del Divino Salvador, la criatura que más merece nuestro respeto, veneración y amor es, sin lugar a dudas, su Madre, la Virgen María. Ella fue el medio por el cual Dios realizó la obra más grandiosa y maravillosa jamás realizada en la Tierra: La Encarnación del Hijo de Dios.

Las generaciones que la precedieron la esperaban como la madre del libertador, del Salvador. Las que se sucedieron después, la alabaron como fuente de todas las gracias.

El nombre de María despierta en el corazón del cristiano los más dulces sentimientos de amor y confianza. Infelizmente, en la actualidad, el indiferentismo o relativismo religiosos llevan a que nuestro pueblo, y toda la humanidad, se olviden de Dios, de Jesús y de la Virgen.

Parece incluso que se quiere borrar la noción de lo espiritual y de lo sagrado en las almas…

Es por eso que ha llegado el momento de lanzarnos, como pueda cada uno, en un gran esfuerzo evangelizador.

En lo que llevamos transcurrido de este año, hemos pedido a todos nuestros bienhechores de toda condición social, sexo, edad o estado, que nos ayudasen a contrarrestar este ambiente hostil a Dios, y distribuyesen -junto con nosotros- objetos de piedad, estampas, revistas, etcétera.

Este auténtico movimiento popular de devotos de la Virgen no para de crecer y esperamos tocar el corazón de todos los españoles, y poder así construir un futuro mejor, donde reine la caridad y la paz: la tan necesaria tranquilidad en el orden, según nos enseña san Agustín.

Muchas personas, nos aseguraron, sorprendidos, que la receptividad del público en general hacia los temas religiosos, y especialmente al tocar el tema de la devoción a la Virgen María, es hoy muy buena y favorable.

Si esta acogida es tan buena, ¿por qué no aumentar aún más nuestro esfuerzo, trabajando para desarrollar acciones de mayor envergadura?

Hablando con los jóvenes misioneros de los Heraldos del Evangelio les hemos planteado la necesidad de aumentar el número de las Misiones Marianas en nuestro país para que lleguen a muchísimas más familias, hospitales, escuelas, residencias y parroquias.

La respuesta de ellos ha sido muy positiva.

Lo único que nos falta para poder incrementar esas Misiones Marianas es una ayuda económica, pues es necesario concretar algunos aspectos de carácter operativo de esta iniciativa: atender los gastos que se originan necesariamente de locomoción, hospedaje, alimentación, etcétera.

No podemos sacar el dinero destinado para otros proyectos de evangelización y caridad que ya están funcionando. Nos referimos sobre todo a la ayuda que hemos concedido a los estudios y formación de centenares de jóvenes, que quieren ser sacerdotes, religiosos, religiosas o misioneros.

Estamos seguros de que sumando esfuerzos, y trabajando junto con todos nuestros miembros bienhechores, podremos hacer un gran bien a muchísimas almas.

Aún falta el aspecto más importante: sin oraciones y sacrificios no conseguiremos nada.

Bien sabemos que Dios nos pide nuestra parte, pero lo principal es Él, que se nos da, si lo pedimos a través de la oración.

Así pues, nos gustaría poder contar, además de con algunas contribuciones económicas, con oraciones especiales ante el cuadrito que este mes enviamos a nuestros adherentes. Necesitamos pequeños sacrificios espirituales, para el éxito de esta nueva iniciativa, que redunde en una mayor devoción a la Virgen en nuestro país, especialmente entre la juventud.

Concluimos, recordando las palabras del Papa Benedicto XVI en la Audiencia General del 14 de marzo: «María nos enseña la necesidad de la oración y nos indica que sólo con un vínculo constante, íntimo, lleno de amor con su Hijo podemos salir de «nuestra casa», de nosotros mismos, con valentía, para llegar hasta los confines del mundo y anunciar por doquier al Señor Jesús, Salvador del mundo».

¿Quiere recibir su cuadrito del Inmaculado Corazón de María? Escríbanos, ayúdenos a incrementar las Misiones Marianas en nuestro país, principalmente durante los meses de Mayo a Octubre, en los que celebraremos los 95 años de las apariciones de Nuestra Señora a los tres pastorcitos en Fátima. Será una pequeña contribución para la nueva evangelización y nuestra preparación para el Año de la fe, convocado por el Papa Benedicto XVI.

medalla ic01¡Déjese guiar por la Inmaculada Concepción! Bajo su amparo encontrará la paz.

La mismísima Madre de Dios velará por usted en todas las cosas y lo arreglará todo; le socorrerá con prontitud en sus necesidades corporales y espirituales y le librará de todas las angustias y dificultades.

Éstos son algunos de los consejos que podemos encontrar en los escritos de San Maximiliano Kolbe, gran devoto de la Virgen y fundador de la Milicia de la Inmaculada.

Con esa fe en la protección de la Inmaculada Concepción y en la confiada certeza de su eficaz auxilio, hemos acuñado especialmente esta medalla.

Demuestre su cariño a la Santísima Virgen, colgándosela hoy mismo al cuello.

No han sido pocas las ocasiones en las que María Santísima, como dadivosa Madre, concede a los que llevan su medalla con fe y amor todo lo que necesitan, incluso antes que se le pida.

Necesitamos que nos ayude a divulgarla, pues al igual que usted y nosotros, un número cada vez mayor de familias espera, como única solución a sus problemas personales de las familias y del mundo, una ayuda eficaz de Dios y de Nuestra Señora.

Junto a la medalla encontrará un librito con la Novena a la Inmaculada Concepción. No deje de rezarla.

Decía el santo Cura d’Ars que «el corazón de esta buena Madre no es sino amor y misericordia, no desea otra cosa que vernos felices. Sólo basta que nos dirijamos a Ella para que seamos escuchados» (B. Nodet, El pensamiento y el alma del Cura d’Ars. Turín, 1967, p. 307).

medalla ic02Por eso, empiece hoy mismo la novena y preséntele a María Santísima sus peticiones más apremiantes, ya sean espirituales o materiales, así como las necesidades de sus familiares y amigos.

No se olvide de rogar también por la Santa Iglesia y por nuestro país, que tanto lo necesitan.

Esta hermosa medalla de la Inmaculada Concepción representa una de las advocaciones más bonitas de la Virgen y es una devoción muy arraigada en nuestro pueblo cristiano, muy anterior a su proclamación como verdad de fe, hecha por el Beato Pío IX, el 8 de diciembre de 1854.

El Dogma de la Inmaculada Concepción nos enseña que «la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano«.

No obstante, este admirable privilegio ya había sido defendido por innumerables santos a lo largo de todos los siglos de la historia de la Iglesia.

El Apóstol San Andrés, por ejemplo, ante el procónsul Egeo, así se expresaba a respecto de María: «Y porque el primer hombre fue formado de una tierra inmaculada, era necesario que el Hombre perfecto naciera de una Virgen igualmente inmaculada». (Carta del martirio de Andrés, Z-C. Jourdain, Somme des Grandeurs de Marie, Ed. Hippolyte Walzer. París, 1900, Vol. 1, pp. 296-297).

Recientemente nos contaron un breve episodio a propósito de la Inmaculada Concepción, que explica muy bien y de manera sencilla esa verdad de fe y que no resistimos en colocar aquí, aunque sumariamente.

Un hombre no creía que la Virgen pudiera haber nacido sin mancha original. Durante un sueño se le apareció un ángel que le dijo: «¿Ves esa ciudad? Sé que quieres mucho a tu único hijo. Escoge un hogar para él».

Un poco sorprendido nuestro personaje pasó, detenidamente, calle por calle, casa por casa, pero no encontró ninguna que fuese la adecuada para su amado hijo. Todas tenían un pequeño o gran inconveniente.

Y dirigiéndose al ángel le respondió: «Tus palabras son la respuesta a tus dudas sobre la Inmaculada Concepción. Tú querrías para tu hijo la casa perfecta. Ahora bien, cuando Dios buscó una Madre para su Hijo dilecto, no encontró aningún ser humano a la altura. Estaban todos manchados por el pecado original. En su Amor y Sabiduría, Dios distinguió desde toda la eternidad a una mujer para hacerla perfecta, inmaculada, no manchada por el pecado, de manera a ser el hogar digno de su único Hijo».

Y concluyó: «Por lo tanto, si tú –que eres imperfecto– quieres lo mejor para tu hijo, ¿crees que Dios estaría satisfecho con menos para su Divino Hijo. De ahí, la Inmaculada Concepción. María, preservada de toda corrupción y mancha de pecado, tenía que ser perfecta, pues Dios mismo la escogió y predestinó antes de la creación del mundo, para que fuese la Santa e Inmaculada Madre de Dios, Morada del Altísimo».

Es a esa Madre de Dios y nuestra, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, a quien nosotros alabamos, portando su medalla.

Cuando se encuentre, por ejemplo, enfermo, abatido en el lecho de dolor, desahuciado por los médicos e incluso olvidado por la propia familia, afligido por tanto sufrimiento, agarre con fuerza esta medalla y sienta la proximidad de la Virgen.

¡Ella estará ahí a su lado…!

Más de una vez nos parecerá oír su dulce voz susurrándonos: ¿Quién llora sin que suspire con él? ¿Quién es ése que sufre sin que comparta sus dolores?

En esos momentos, del corazón de la Madre, como otrora de su Hijo Jesús, brota un torrente de gracias, que cura todos nuestros males.

Así es. Por la intercesión de nuestra Protectora, los ciegos recuperan la vista, los cojos vuelven a andar y los sordos a oír; los paralíticos recuperan el uso de sus miembros, los agonizantes renacen a la vida.

Las paredes de innumerables santuarios marianos son una prueba fehaciente de esos hechos, con los exvotos. Perenne testimonio de gratitud de multitud de fieles curados, por su intercesión.

Es preciso confiar en que nosotros también podremos ser curados. Esta es una convicción que debemos tener cuando estemos enfermos.

Infelizmente, ¡cuán pocos son los que en medio de las adversidades, en los problemas de la vida cotidiana o en las enfermedades, recurren a María!

¿Cuántas veces en el día a día nos acordamos de pedirle su protección o agradecerle un favor o gracias recibidos?

Esta medalla de la Inmaculada Concepción le servirá para recordarle que debe vivir todo el día, con fe, en compañía de María.

Espero que este símbolo conquiste incontables gracias de la Virgen Santísima para auxiliarle en sus necesidades y, sobre todo, le dé una firme esperanza en la victoria, como Ella lo prometió en Fátima con estas bellísimas palabras: «¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!».

Sin embargo, para preparar este triunfo aún tenemos mucho que hacer.

No podemos dejar de trabajar por nuestra santificación y por la evangelización del mundo. Tenemos que llevar el amor a Jesús y a María a nuestros parientes, amigos y a los que más lo necesitan.

Para esta labor, con la ayuda de nuestros adherentes, hemos conseguido resultados prometedores y extraordinarios.

¿Cómo no agradecerles, conmovidos, por su generosa y constante colaboración económica para la formación de los 32 diáconos y 10 sacerdotes de los Heraldos del Evangelio que acaban de ser ordenados?

Ha sido gracias a personas generosas que ha sido posible la acuñación y envío de esta medalla.

Lamina Jesus de la MisericordiaDeje que la bondad de Jesús penetre su corazón y su alma; la purifique e inunde de confianza y de amor por su Divina Misericordia.

Nunca, como en nuestros días, asistimos a tantas y tan generalizadas injusticias, violencias o guerras.

Hasta en el recinto sagrado del hogar, vivimos, con aprensión y tristeza, muchas situaciones dolorosas y nos sentimos desanimados ante tanta maldad y sufrimientos.

Se tiene la fuerte impresión de que las personas están cada vez más alejadas de Dios y de sus Mandamientos y, en consecuencia, son más egoistas, maltratando a sus seres queridos o a quienes se encuentren a su alrededor…

Sin duda alguna, esta es la hora de la Divina Misericordia, para vencer al mal a fuerza de bien.

¿Ha escuchado alguna vez hablar de esta devoción que ha conquistado muchas almas?

 Todo comenzó con motivo de las apariciones y diálogos de Jesús (1931-1938) con una joven religiosa polaca, sor María Faustina Kowalska.

Entre los principales aspectos a resaltar del mensaje del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Faustina destaca el pedido de Nuestro Señor de instituir en la Iglesia la celebración de la fiesta de la Divina Misericordia; el rezo de la coronilla de la Misericordia; la oración de las tres de la tarde; la novena de la Misericordia, y la divulgación del cuadro de Jesús de la Misericordia.

Hoy nuestro envío es sobre esta última petición.

Podrá acompañarme con más facilidad, con esta fotografía que hoy enviamos a nuestros adherentes. Es un placer para nosotros regalársela.

Nos gustaría mucho, que en cuanto pueda la enmarcara y pusiera en un lugar destacado de su casa. Nuestro Señor Jesucristo hizo una promesa, a todos los que veneren con fe y devoción este cuadro, como verá más adelante.

Narra sor Faustina en su Diario que el 22 de febrero de 1931 «al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido».

Y continúa: «Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: ‘Jesús, en Ti confío’. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero».

«Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la Tierra, la victoria sobre los enemigos, y sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como mi gloria», añadió Jesús.

Es por eso que le escribo hoy, regalándole esta fotografía. Para los que tienen fe, es una «tabla de salvación», pues serán protegidos por el Divino Redentor del peligro de la Perdición Eterna, como Él mismo afirmó a Santa Faustina.

Le animo ahora a coger en sus manos la lámina; Mírela bien, y fíjese en el significado de algunos detalles del cuadro.

Como explica la santa, Jesús le reveló el simbolismo de los dos rayos de la imagen:

«Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo palido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas […]. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi Misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. […] Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos».

Al comunicar a su confesor, el P. Sopocko, el pedido que Jesús le había hecho de pintar un cuadro, el sacerdote confió la importante tarea, a principios de 1934, al pintor Eugenio Kazimirowski.

Durante seis meses, sor Faustina iba a dirario al taller, orientando personalmente su realización y sugiriendo detalles. Por su parte, el P. Sopocko cuidó personalmente de que el lienzo fuese hecho exactamente como lo había indicado la religiosa, según lo que le había sido revelado en la visión, conforme a la Voluntad Divina.

Por fin, en junio de 1934 el cuadro fue terminado. Y estuvo expuesto del 26 al 28 de abril de 1935, venerado por numerosos fieles que rezaban durante las solemnidades de la clausura del Jubileo de la Redención del Mundo, fecha que coincidía con el primer domingo después de Pascua, como lo había pedido el Señor.

Desgraciadamente, debido a la ocupación soviética de Lituania, el cuadro sufrió avatares diversos, teniendo que estar por ejemplo, de 1948 a 1956 escondido en un desván. Tantas peripecias fueron la causa de que sufriera daños de diversa consideración y algunas reparaciones -en el transcurso de estos difíciles años- poco felices. Su restauración definitiva en el año 2003, logró recuperar su primitivo aspecto.

Esta fotografía que ahora divulgamos, nos gustaría, con la ayuda de nuestros adherentes, difundirla a millares de personas de nuestro país.

Sí. No fue en vano que Nuestro Señor prometió conceder gracias especiales a los devotos de este cuadro: «Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella».

Cabe aquí recordar a nuestro añorado Beato Juan Pablo II; gran promotor de esta devoción, tan adecuada a nuestros tiempos.

Siendo arzobispo de Cracovia, el futuro Papa introdujo la causa de canonización de sor Faustina y ya como Pontífice escribió tres importantes encíclicas que forman como un tríptico: Redemptor hominis (El Redentor del hombre), en la que destaca a Jesucristo como el centro de la Historia y del Universo; Dives in misericordia (Rico en misericordia), el Hijo de Dios hecho hombre nos revela definitivamente la misericordia del Padre, única esperanzxa de paz para el mundo; Dominum et vivificantem (Señor y dador de vida), el Espíritu Santo es el único capaz de liberarnos del ateísmo práctico.

También fue quien elevó a sor Faustina a la honra de los altares: en 1993 la beatificó, y en el año 2000 la canonizó, convirtiéndose en la primera santa canonizada del tercer milenio. No terminaría el mismo año sin instituir en toda la Iglesia la Fiesta de la Divina Misericordia, decretando que desde entonces el domingo siguiente al de Pascua, pasase a llamarse Domingo de la Divina Misericordia.

Y así fue como se instituyó esta Solemnidad que el Señor le pidió a Santa Faustina. Este año la celebraremos el 15 de abril. Una oportunidad única para que todos recibamos un verdadero mar de gracias.

Sí. El mismo Jesús afirmó que «en ese día están abiertas todas las compuertas Divinas a través de las cuales fluyen las gracias».

Creo que estará de acuerdo con nosotros, si afirmamos estar plenamente convencidos de que únicamente la Misericordia Divina puede librar al mundo de tantos problemas y tribulaciones que nos rodena: «La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi misericordia», le dijo nuestro Salvador a Santa Faustina.

Por esta razón, el Señor pidió insistentemente, que su miseridordia fuese conocida por todos los hombres: «Hija mía, haz lo que esté en tu poder para difundir la devoción a mi misericordia».

También prometió enormes recompensas a quien difundiera esta devoción:

«A las almas que propagan la devoción a mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso».

Un excelente medio de atender los pedidos de Jesús de propagar la devoción a la Divina Misericordia, es participar y colaborar con esta iniciativa, difundiendo tanto su bendita imagen como esta devoción entre familiares y amigos.

Una de las lamentaciones de Jesús más impresionantes es que, incluso los justos, tienen dificultad para comprender su misericordia:

«Mi Corazón sufre, a causa de que ni las almas elegidas entienden lo grande que es mi misericordia. […] Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en mi bondad. También los demonios admiran mi justicia, pero no creen en mi bondfad».

Por este motivo, estamos organizando una gran campaña de difusión del cuadro de Jesús Misericordioso, y necesitamos su ayuda para poder llevar a cabo tan grande tarea. ¿Podemos contar con usted?

¿Podríamos contar con su ayuda para propagar la devoción a esta imagen de la Divina Misericordia; la devoción a la Santísima Virgen, nuestra Madre de Misericordia, y apoyar el Seminario de los Heraldos del Evangelio?

Hasta ahora sólo hemos expuesto la parte práctica de esta iniciativa. Hemos dejado a propósito para el final lo más importante.

Sin oraciones y sacrificios no hay nada espiritualmente provechoso. Bien sabemos que Dios pide la parte que nos corresponde, pero lo principal es que Él se nos da gratuitamente sin condiciones. Evidentemente, eso significa que debemos poner estas intenciones en nuestras oraciones.

Creemos poder contar con las suyas, junto con algunos sacrificios, por pequeños que sean, para el éxito de esta iniciativa y así poder difundir ampliamente la devoción a Jesús Misericordioso.

ACSRF – Campaña Salvadme Reina de Fátim

 

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¿Quién no necesita una protección, una
ayuda o intervención del Cielo?

 

¡Es verdad que nuestra vida es difícil! Sentimos en cada instante el peso de los problemas relacionados con nuestra salud, empleo, hijos, malas compañías, drogas, divisiones en la familia, inseguridad, etc.

Sin embargo, en medio de las dificultades no nos debemos desanimar. En las horas más difíciles, la Santísima Virgen habla al corazón de cada uno de nosotros:«¡Hijo mío, hija mía, rézame, pídeme! Estoy aquí para atenderte.»

Entonces, déjese influenciar y envolver por esta maternal dulzura de Nuestra Señora! Preséntele sus problemas, sus necesidades y también sus alegrías. Desahóguese un poco, hable de su día a día… Coja su Rosario y empiece a rezar.

Verá como la solución para muchos problemas se encuentra en estos minutos de oración e intimidades con María.

¿María Santísima no estará invitándole íntimamente, durante la lectura de esta página a que comience a rezar el Rosario?

 

¡Pedid y recibiréis!

 

En Octubre de 2002, para celebrar el inicio del 25º aniversario de su Pontificado, el Papa Juan Pablo II escribió una Carta Apostólica sobre el «tesoro» del Rosario y lo enriqueció con cinco nuesvos misterios: los Luminosos.

 

En este documento, el Santo Padre dijo: «Una oración tan fácil y tan rica, merece ser redescubierta por la comunidad cristiana». Y pidió: «Retomad confiadamente en las manos el Rosario».

 

Comience a rezar y compruebe cuán verdadera es la promesa de Jesucristo: «Todo cuando orando pidiereis, creed que lo recibiréis y se os dará» (Mc. 11,24).

 

¿Cómo rezar el rosario?

 

contracapa

Nuestra Señora de Fátima, en todas las apariciones, pidió que rezásemos el Rosario para alcanzar la paz en el mundo, en nuestras familias y en nuesros corazones. Como Madre afectuosa. Ella está a la espera de que comience a rezar, para atender sus necesidades materiales y espirituales.

Con esa intención la Campaña «Salvadme Reina» está difundiendo un bonito estuche conteniendo un pequeño libro bellamente ilustrado con las meditaciones de los 20 misterios de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, y un rosario de madera como regalo.

 

Para pedirnos el estuche, haz clic en el botón «Solicitar» que encontrará más abajo; o en nuestra sección de Pedidos Online.

 

Te lo enviaremos en un bonito estuche por correo. El precio del estuche y del libro es de 5,95 €. (IVA incluido). El Rosario te lo mandaremos de regalo.

 

A los pedidos realizados fuera de España se le añadirán los gastos de envío, de acuerdo a las tarifas que se le presentarán en el carro de la compra, entrando en la sección Pedidos Online.

 

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portada calendario2012

En medio del tranquilo o agitado mar de su vida, dirija su mirada a quien es el puerto seguro de los náufragos, la calma en las tempestades, la estrella del mar y el áncora de la confianza.

Ella, que domina la soberbia de las aguas y reprime la furia de las olas, sabrá indicarle siempre el mejor camino a seguir.

Es por este motivo, que hoy tenemos la alegría de presentarle el Calendario 2012 de la Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima. Pasando sus hojas, encontrará la maternal fisonomía de la Virgen Santísima, fuente de agua viva y manantial inagotable de esperanza, refugio de los cristianos y su protectora durante los 366 días del nuevo año.

Si se fija bien, observará un denominador común en las fotografías de todos los meses de este calendario: el agua —símbolo no sólo de la vida terrena, sino también de la eterna— y la imagen del Inmaculado Corazón de María.

Esta advocación, patrona de nuestra Asociación, nos congrega a todos. Y, reunidos con mucha alegría a su alrededor, podemos decir que verdaderamente formamos una gran familia que vive, reza y espera el triunfo de su Inmaculado Corazón.

Ya falta poco para que finalice el año 2011, que tantas esperanzas y aprensiones ha despertado en nosotros, y entraremos en el 2012, reunidos en torno a esta iniciativa, con el objetivo de impulsar la devoción a la Santísima Virgen para, así, reavivar la fe católica en nuestro país.

Tanto Vd. como nosotros, y la totalidad de los miembros bienhechores de nuestra Asociación, hemos tenido múltiples ocasiones para ejercitar nuestra fe durante todo el año 2011, y unirnos más y más a Jesús y a María.

La crisis financiera, de la que tanto se habla; acrecida de los sacrificios que obliga a hacer a las familias, sumando a ello las dificultades y preocupaciones diarias de la vida de un cristiano, nos han ayudado a confiar en la protección divina. De igual manera, las alegrías, grandes y pequeñas, nos han llevado a agradecerle a Dios los beneficios recibidos, con la certeza de que Él siempre nos ayudará.

abril pDentro de esta perspectiva, y con la intención expresa de usarlo como medio de evangelización, hemos procurado confeccionar este calendario, que, como puede comprobar, es similar al del año pasado, con pequelias variaciones: números bastante grandes; color azul para las fiestas del Señor y de la Virgen, y negro para las de los santos.

Como pie de pagina de cada mes, hemos colocado pensamientos del Beato Juan Pablo II sobre Nuestra Señora.  Nos pareció una manera adecuada de rendirle también un homenaje especial.

Hemos elegido este año el agua, como he dicho antes,  porque para los cristianos este elemento tiene una importancia primordial, pues recuerda nuestro Bautismo.

De hecho, la palabra «bautismo», que viene del griego, significa inmersión en el agua para que «caminemos en novedad de vida»  (Rm 6, 4) y poder entrar en el Reino de Dios (cf. Jn 3, 5).

Muchos son los pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento en los que se menciona el agua.

En el segundo versículo del primer libro de la Biblia, el  Génesis, cuando describe la creación, leemos que «el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas» (Gn 1, 2) y, más adelante, la encontramos en la purificación del diluvio o en la fuga de Egipto, cuando Dios abre las aguas del Mar Muerto y el pueblo elegido pasa sin mojarse los pies, etcétera.

En el Nuevo Testamento, durante las bodas de Caná, tiene lugar el primer milagro de Jesús, realizado a petición de María, convirtiendo el agua en vino (cf. Jn  2, 1-11).

También, más adelante, tenemos otras referencias. Por ejemplo, cuando el Señor camina sobre las aguas (cf. Mt. 14, 22-26) o cuando cura a un paralítico que esperaba el burbujear de las aguas en la piscina de Betsata (cf. Jn 5, 2).

El agua aparece mencionada en muchas de las parábolas y comparaciones del Divino Maestro: en el pozo de la samaritana (cf. Jn 4, 5-42) promete un agua que, una vez bebida, mata la sed para siempre; y clavado en la Cruz, despues de haber sido traspasado por la lanza del centurión Longinos, de su corazón adorable brotan agua y sangre.

Si Dios quiso usar la simbología del agua, también lo ha hecho María.

Basta pensar en las apariciones de la Virgen María en Lourdes y en las aguas milagrosas de la fuente, que sigue manando, desde su novena aparición el 25 de febrero de 1858.
En aquella ocasión Ella le pidió a Santa Bernadette que tomara agua de la fuente y allí mismo se lavara. La santa cavó con sus manos en el suelo de la gruta y de allí brotó el agua a la que acuden hasta hoy miles de fieles del mundo entero para beber y lavarse, pidiendo a Dios su curación física y espiritual.

El agua es un símbolo de la belleza de muchas cosas de nuestra religión y de la creación.

Por eso, hemos querido incluirla este año en nuestro calendario, resaltando aún más la hermosura de esta imagen de la Madre de Dios y nuestra.

No deje de poner su calendario en un buen sitio; en su casa o en el trabajo. De este modo, podrá contemplar con frecuencia las bonitas fotografías de nuestra áncora de confianza, consuelo de los afligidos y estrella del mar. Diríjase a Ella siempre que necesite.

El amor y dulzura de la Virgen se esparcirá por toda su casa y reinará en su corazón y en el de sus familiares.

Sabemos que en el hogar la presencia de la madre aglutina a los hijos. ¿Cómo no imaginar que el calendario, que presenta expresiones tan tiernas de nuestra Madre del Cielo, no proporcionará un ambiente de paz y armonía en nuestras casas o en el trabajo?

No resistimos a contarle lo que leímos sobre la Virgen en uno de los escritos de un gran pensador católico de actualidad.

Decía que «la devoción a Nuestra Sefiora infunde en las personas una confianza que nada puede quebrantarla. Cuando un alma ama y tiene la sensación de que es amada por Dios y la Virgen, los peores tormentos de la vida no alcanzan su tabernáculo interior».

Lo mismo podemos decir de quienes con confianza ponen el calendario en sus hogares, pues significa así un pedido para que María proteja sus hogares y vidas, durante todos los dias del año.

En las dificultades, miserias o angustias más grandes, permanecen tranquilos y reconfortados: convencidos de que la benevolencia divina no les abandona.

Juntos, usted y nosotros; en cooperación con la Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima, hemos distribuido miles de rosarios, medallas, fotos de la Virgen, libros, objetos de piedad, etcétera, y hemos procurado romper la ola devastadora de
desinterés e indiferencia religiosa, que parece haber invadido nuestro país.

Infelizmente, hoy en día, como ya debe haberse dado cuenta, muchos quieren suprimir de nuestras vidas la noción de Dios, icomo si eso fuera posible!

Piense que este calendario puede ser un instrumento para acercar a muchas familias a Dios y a su santa Madre; un discreto, pero eficaz medio evangelizador y misionero.

Además de ser enviado a todos los miembros bienhechores de nuestra Asociación, este calendario mariano podría ser mandado también a miles de almas que perdieron la fe y que ya no van a la iglesia.

Estas personas necesitan de la protección de la Virgen. Y nosotros no podemos olvidarnos de ellas.

Por eso, venimos a pedirle que, si es posible, colabore con lo que crea más conveniente, para poder enviar este calendario mariano a miles de hogares como el suyo y dar de este modo, continuidad a las iniciativas de evangelización que juntos estamos llevando a cabo.

Lo importante es que todos participen en este gran esfuerzo de evangelización.

También nos gustaría pedirles que recen por nuestra obra de apostolado, para que continuemos difundiendo sin parar la devoción a María y a su divino Hijo, por todo nuestro país.

iQue el Buen Jesús y su querida Madre se lo recompensen!

¿Ha recibido su Calendario 2012? Ayúdenos a difundirlo por todo el país, para así extender nuestra obra misionera y de evangelización, especialmente con la juventud. Que María, la estrella del mar y manantial inagotable de esperanza, esté presente en toda su vida, indicándole siempre el mejor camino a seguir y reine en su corazón.

 

Descargue aquí el Calendario 2012 en PDF