La Medalla Milagrosa
Lleve al cuello – con fe – la medalla milagrosa. ¡Recibirá gracias abundantes!
Su historia comenzó en 1830, cuando la Santísima Virgen se apareció, en tres ocasiones, en París a Catalina Labouré, por entonces novicia de las Hijas de la Caridad, instituto religioso constituido con fines religiosos y de asistencia a los más necesitados, fundado por San Vicente de Paúl.
En estas apariciones, la Virgen María pidió expresamente que acuñara una medalla con la frase:
«¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!», prometiendo abundantes gracias a toda persona que la use con fe y devoción.
La medalla de este envío es una fiel réplica, tal como la Virgen pidió, acompañada de su novena.

La Asociación Salvadme Reina de Fátima desea multiplicar las Misiones Marianas en España, entre los meses de Mayo a Octubre, cuando Nuestra Señora se apareció -hace 95 años- a los pastorcitos de Fátima.
¡Déjese guiar por la Inmaculada Concepción! Bajo su amparo encontrará la paz.