Nos ha tocado la lotería, el gordo

Somos GPS con destino a Jesús

Mons. Francesc Pardo i ArtigasMons. Francesc Pardo i Artigas       La fiesta del bautismo de Jesús en el río Jordán nos permite reflexionar sobre nuestro propio bautismo. Ciertamente no se trata del mismo bautismo. Juan bautizaba con la finalidad de preparar al pueblo para acoger al Mesías, para ofrecer así un signo de purificación y de conversión. Nosotros hemos sido bautizados en nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, recibiendo el mejor regalo de nuestra vida. Por ello podemos decir, utilizando una expresión popular y que expresa la gran suerte que hemos tenido: nos ha tocado la lotería.

Durante mi etapa como párroco de San Esteban de Granollers, en más de una ocasión y en vísperas de la Navidad, algunos feligreses, sabiendo que unos años antes había tocado en una parroquia vecina, bromeaban diciéndome: “¿Cuándo nos tocará la lotería?”. Pasada la sorpresa inicial respondía: “¿Aún queréis que nos toque una lotería más importante? ¡Hemos sido agraciados con la gran suerte de ser bautizados, de ser cristianos! ¿Qué más queréis?”. Entonces quienes se sorprendían eran ellos. Pero es cierto. Si vivimos con autenticidad el significado de nuestro bautismo, todo aquello que nos ha ofrecido y nos ofrece, si somos conscientes y lo vivimos en profundidad, nos daremos cuenta que se trata del mejor de los regalos.

El bautismo me ofrece ser hijo de Dios, hijo de un padre y de una madre, pero, al mismo tiempo, hijo de Dios Padre, hermano de Jesús y fortalecido con el Espíritu Santo. Soy hijo o hija del Dios trinitario, y me ha sido regalada su vida, que ha tomado posesión de mi vida humana, y es semilla de eternidad. Ser hijo/hija de Dios
es la mayor de las dignidades, aunque inesperada, que puede tener toda persona. Al mismo tiempo, el bautismo me ha hecho miembro del pueblo escogido, del pueblo con el que Dios ha establecido una alianza, un pacto de amor; y me ha dado una familia, la Iglesia, para que me ayude a crecer, a vivir y me acompañe con los dones
recibidos del Señor durante toda la vida. Soy miembro de una familia que siempre se preocupará por mi y a la cual yo aportaré lo que soy y lo que vivo.

Esta fiesta ha de ayudarnos a vivir con alegría nuestra condición de bautizados.

Esta fiesta ha de ayudarnos a vivir con mayor coherencia nuestro bautismo en todas las etapas y situaciones de la vida.

Esta fiesta nos anima a ofrecer a los que amamos y a todo aquel que nos sea posible, la propuesta de Jesús y de recibir su bautismo, sean menores –con el compromiso de ayudarles a crecer como cristianos-, sean jóvenes o adultos iniciando el camino del catecumenado, acompañándoles y sosteniéndoles

Os aseguro que he visto y vivido el gozo del bautismo en muchos de los adultos y jóvenes que he bautizado estos últimos años.

¿Lo vives así?

+Francesc Pardo i Artigas
Obispo de Girona

Fuente:: Mons. Francesc Pardo i Artigas

Leer mas http://www.agenciasic.com/2014/01/14/nos-ha-tocado-la-loteria-el-gordo/