Navidad es la fiesta de la familia de los hijos de Dios, la fiesta del amor , afirma el obispo de Joinville, Brasil

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«Navidad es la fiesta de la familia de los hijos de Dios, la fiesta del amor», afirma el obispo de Joinville, Brasil

Joinville (Martes, 02-12-2013, Gaudium Press) El obispo de la diócesis de Joinville, en Brasil, Mons. Irineu Roque Scherer, escribió en su más reciente artículo sobre el tiempo litúrgico en que estamos viviendo: el tiempo del Adviento. Él afirma que el Adviento es un tiempo de expectativa y el cristiano es llamado a vivir en plenitud para actualizar la acogida del Misterio de la Encarnación en la historia de hoy y, así, recibir dignamente al Señor.

De acuerdo con el prelado, si seguimos con atención la liturgia de este tiempo, percibiremos que al llegar el tercer Domingo se acentúa una característica especial: Es el Domingo de Gaudete, que significa «estad alegres». El obispo explica que es conocido así porque la antífona de entrada de esta Misa retoma una frase que aparece en la carta de San Pablo a los Filipenses, invitándoos a estar alegres: «¡Alegraos siempre en el Señor! ¡Repito, alegraos!».

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«Sabemos que la alegría es una característica de la persona que sigue al Señor Jesús. La alegría debe ser emblemática del cristiano. Quien sigue de cerca al Señor, inclusive en medio de las dificultades o sufrimientos, tiene siempre motivos para una alegría profunda y auténtica», completa.

Mons. Irineu pregunta entonces: ¿Cuál es la razón de esta alegría? Y en seguida cita a San Pablo, que nos responde luego después de su invitación a estar alegres: «El Señor está próximo».

Según el obispo, la relación entre la experiencia de alegría y la proximidad del Señor es incuestionable y la alegría más profunda brota del auténtico encuentro con Jesús. Para el prelado, San Pablo experimentó eso en primera persona, y nos recuerda que debemos estar alegres precisamente porque el Señor está próximo.

Él además destaca que la celebración penitencial en este período debe ser vista como una oportunidad concreta de conversión para que podamos preparar nuestras mentes y corazones para abrigar profundamente al Señor que vino, vendrá y viene.

«Al acercarnos a la Navidad la frase ‘El Señor está próximo’ gana un sentido particular. ‘Es porque la virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamarán con el nombre de Emanuel’ escribe San Mateo citando al profeta Isaías, y nos da la traducción de ese nombre, Emanuel, que significa Dios está con nosotros. Dios está, por tanto, con nosotros, está próximo a nosotros no solo en Navidad, sino Él está próximo de nosotros siempre, en todos los momentos de nuestra existencia», afirma Mons. Irineu.

El prelado también recuerda que Benedicto XVI señalaba, hace algunos años, que «así, ya entonces, la Iglesia, iluminada por el Espíritu Santo, comprendía siempre mejor que la ‘proximidad’ de Dios no es una cuestión de espacio, ni de tiempo, sino una cuestión de amor: el amor avecina».

Por último, el obispo enfatiza que la Navidad es la fiesta de la familia de los hijos de Dios, la fiesta del amor. Conforme él, es la proximidad entre nosotros humanos y Dios, que hace brotar la alegría mayor y, por tanto, es natural que queramos estar próximos a aquellas personas que amamos.

«¡Es así! La Navidad está llegando, los regalos preparados, las compras hechas, pero, no nos olvidemos de participar de lo esencial, de las celebraciones en comunidad, de la Palabra y de la Eucaristía, que nos traen en lo más íntimo de nuestros corazones la presencia viva y real del Niño Dios, el verdadero y el absoluto de la fiesta de Navidad», concluye. (FB)

Fuente:: Gaudium Press

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