Mons. Javier Martínez: “Las persecuciones son una ocasión de que aparezca en la Iglesia el amor a todo ser humano”
El pueblo cristiano de Granada, llegados de todos los rincones de la provincia, así como de otras provincias andaluzas, como Córdoba, acudían el domingo pasado, día 17 de noviembre, a la Santa Iglesia Catedral, junto con el Arzobispo Mons. Javier Martínez, para expresar su afecto y comunión en la Iglesia universal. El pueblo cristiano ha acudido al templo catedralicio tras sentirse atacado durante los últimos días por la publicación del libro “Cásate y sé sumisa”, publicado por la Editorial Nuevo Inicio de la periodista italiana Costanza Miriano, expresando así la comunión de sus miembros.
El libro, que fue criticado por su título, ha sido recomendado por el Consejo Pontificio para los Laicosy por el Consejo Pontificio para la Familia. (Ver Comunicado del Arzobispo de Granada).
Homilía de Mons. Javier Martínez
En el contexto de este gesto de comunión de los cristianos, en su homilía en el templo catedralicio, Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, ha hablado de qué es ser cristiano: “Ser cristiano no es adherirse a ciertos pensamientos (…), es adherirse a una historia, es participar de una historia viva, es adherirse a unas personas, a una familia, es formar parte de una red de relaciones humanas, que son relaciones humanas de amistad, de amor; más todavía, son relaciones humanas que tienen como analogía el modo como se comportan los miembros del cuerpo. Es verdad que son diferentes y tienen misiones distintas, pero todos están al servicio del cuerpo, y ése cuerpo es la Iglesia. Y quien la habita –el yo de la Iglesia- no es el yo de ninguno de nosotros, ni es el yo como en las asociaciones humanas de la suma de todos nosotros, o del consenso y del equilibrio entre nuestra manera de pensar. El yo de ese cuerpo es el yo de Cristo que se nos da”.
Ataques contra la Iglesia
Asimismo, frente a los ataques recibidos hacia la Iglesia y el pueblo cristiano, Mons. Martínez señaló que “no hay nada que temer. Está el Señor. Lo importante es que triunfe su Amor. Es decir, que las persecuciones son una ocasión de que aparezca en la Iglesia el amor a todo ser humano, a toda persona humana. Sacramento primero, imagen primera del Señor: el ser humano, la persona humana (…) desde el momento de su concepción hasta su muerte natural”.
En este sentido, “las persecuciones en la Iglesia, las dificultades en la Iglesia no son para que nos lamentemos; son para dar gracias a Dios. (…). Estamos ciertos de estar en el camino en el que el Señor nos pone”, afirmó Mons. Martínez.
Iglesia Diocesana, en comunión
El gesto de comunión del pueblo cristiano junto con su Arzobispo se expresó el mismo día en que la Iglesia celebra el Día de la Iglesia Diocesana, con el lema “La Iglesia con todos, al servicio de todos”.
“La Iglesia diocesana es, en torno a un sucesor de los apóstoles, el lugar donde se realiza enteramente el misterio de la Iglesia. Con vocaciones distintas, con carismas, distintos, con historias y grupos y comunidades distintas. En la Iglesia diocesana se hace presente en el mundo todo el misterio de Cristo y todo el misterio de la Iglesia de Dios, en torno a un pobre sucesor de los apóstoles”, señaló en su homilía el Arzobispo de Granada.
Antes de concluir, el Arzobispo habló de la alegría cristiana: “Si somos del Señor, la vida está marcada por la alegría, por el gozo pleno y verdadero, el que nos da saber el Amor de Dios, que es fiel, para siempre, eterno, con una fidelidad eterna: Dios no nos abandona jamás. Y la Virgen es Nuestra Madre, intercede constantemente por nosotros: es Auxilio de los cristianos”.
“Esa alegría de ser hijos de Dios, nadie de este mundo tiene el poder, ni la capacidad de arrebatárnosla, porque nadie tiene el poder de arrebatarnos el amor con el que somos amados”, concluyó.
Fuente:: SIC