Las parroquias, una excelente base de operaciones en Filipinas para llegar donde no llega nadie

Manos Unidas Filipinas

Manos Unidas FilipinasManos Unidas está canalizando la ayuda financiera que se está recogiendo para los damnificados por el tifón, a través de nuestro socio local, el consorcio BCDI (Bicol Consortium for Development Initiatives). Su director, el padre Jose Victor (Jovic) Lobrigo, se trasladó a primeros de semana a la zona afectada para poner en marcha el plan de emergencia.

BCDI posee gran experiencia en la realización de proyectos de prevención ante desastres naturales y la más absoluta confianza por nuestra nuestra parte.

El trabajo Manos Unidas/BCDI en esta primera fase de la emergencia está integrado en la operación de rescate y auxilio a las víctimas que están llevando a cabo de forma coordinada la Archidiócesis de Manila y el Secretariado Nacional de Acción Social de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP-NASSA).

Las parroquias están sirviendo como una excelente base de operaciones para llegar donde no llega nadie, tanto a la hora de valorar daños como de distribuir la asistencia más urgente. En este sentido se expresó ya la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), que señaló que en los primeros momentos la coordinación de los diferentes actores es clave para no solaparse y concentrarse excesivamente en unas determinadas zonas, mientras que otras se quedan desatendidas.

Manos Unidas está también coordinando su trabajo en estos momentos con el de las otras organizaciones de la red CIDSE (alianza internacional de organizaciones católicas para el desarrollo) a la que pertenece, que están destinando igualmente fondos para socorrer a las víctimas de esta tragedia.  

Los filipinos que no han sido afectados por el tifón son los primeros que se han movilizando para socorrer a las víctimas: el Gobierno filipino está distribuyendo alimentos durante las 24 horas del día y el obispo de la diócesis de Legazpi (que es donde se ubica la sede de BCDI), Monseñor Joel Baylon, ha establecido que la colecta del domingo de las parroquias de la diócesis se destine a las víctimas. Asimismo, Social Action Center (una de las seis ONG que componen el consorcio BCDI) va a desplazar a la zona afectada un equipo de apoyo psicosocial y espiritual a las víctimas.

Con la depresión tropical Zoraida, son ya cuatro los tifones y tormentas que han azotado el país en las últimas semanas. Las intensas lluvias producidas por esta nueva tormenta han ralentizado mucho las labores de identificación de daños y rescate de las víctimas. El Gobierno filipino estima que serán necesarios unos 300 millones de USD para reconstruir lo que se ha perdido en esta tragedia.

Manos Unidas tampoco abandona a las víctimas de otra catástrofe muy reciente que también ha afectado gravemente a Filipinas: el terremoto de finales de octubre en las islas de Bohol y Cebú, que dejó a 350.000 personas sin hogar. Manos Unidas ha destinado fondos a construir viviendas para los damnificados por el seísmo.

¿Y después de la emergencia?

Manos Unidas seguirá trabajando en Filipinas, como lo viene haciendo desde hace más de 25 años. Cuando hayan pasado los primeros impactos de la emergencia, seguiremos con el pueblo filipino,apoyando en la reconstrucción, algo esencial cuando pasen los primeros momentos de urgencia, para que los damnificados puedan continuar con sus vidas.

Al mismo tiempo, continuará nuestro trabajo de incidencia y sensibilización en España sobre los efectos del cambio climático, así como nuestra labor de prevención y reducción de vulnerabilidad al impacto de los desastres naturales en Filipinas, en ésta y en otras zonas de riesgo.

¿Y qué llevamos haciendo 25 años?

Manos Unidas trabaja en Filipinas desde 1987. En estos años hemos apoyado más de 275 proyectos, por un importe superior a los 26 millones de euros, dedicados a apoyar el desarrollo de la gente de Filipinas.

(Manos Unidas)

Fuente:: SIC

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