El Cardenal Sistach clausura del Año de la Fe en la Sagrada Familia
El Arzobispo de Barcelona, ??Cardenal Lluís Martínez Sistach, desea que la Sagrada Familia sea un templo emblemático para preparar espiritualmente el próximo Sínodo extraordinario que, convocado por el Papa Francisco, se reunirá en Roma durante el mes de octubre de 2014. “Debemos hacer que esta bellísima basílica sea un lugar de oración por las familias, desde ahora hasta la celebración del próximo Sínodo de los obispos, a fin de que los trabajos de esta asamblea ayuden para que las familias sean una verdadera comunidad de vida y de amor”.
El Cardenal dio a conocer esta iniciativa durante la homilía que pronunció el domingo 17 de noviembre, en el curso de la misa que presidió en la Sagrada Familia, en la que participaron unas 4.500 personas, con la que se clausuraban los actos del Año de la Fe en el Arzobispado de Barcelona y se recordaba el tercer aniversario de la Dedicación del templo por Benedicto XVI, el día 7 de noviembre de 2010, durante su visita apostólica a nuestra ciudad.
15 corales
La basílica de Gaudí vivió uno de sus días más esplendorosos. La celebración hizo realidad lo que Gaudí quería, que aquel espacio que él soñó, sólo viendo una pequeña parte acabada, llegara a ser el espacio de una gran alabanza a Dios. Por ello diseñó las esquinas, los corazones destinados a los cantores. Más de 700 cantores las llenaron este domingo por la noche. La parte musical tuvo una gran belleza. Quince corales de toda Cataluña y diez escolanías -algunas de las cuales formadas por Pueri Cantores– interpretaron los cantos de la celebración. El Cardenal, impresionado por la belleza de sus interpretaciones, les quiso dar las gracias al final de la misa.
La directora de las corales fue Montserrat Ríos, la coordinación de los cantores estuvo a cargo de Mar Pujol, Ramon Vilar y Bernat Cabré. Andreu Martínez dirigió los cantos de la asamblea y Juan de la Rubia fue el organista.
Ayuda a los hermanos filipinos
El cardenal Martínez Sistach concelebró la eucaristía con el Obispo auxiliar, Mons. Sebastià Taltavull; con el Vicario judicial, Santiago Bueno; con Vicarios episcopales, canónigos y un centenar de sacerdotes, con la presencia también de un numeroso grupo de diáconos permanentes. El diácono asistente del arzobispo fue Mn. Ramon Ollé, que recibió la ordenación diaconal el pasado 3 de noviembre en la Catedral, siendo el primer día que ejercía el ministerio diaconal junto al cardenal en el templo de la Sagrada Familia.
Las lecturas y las oraciones de la celebración fueron las propias de la conmemoración de la Dedicación de una iglesia. En el momento del ofertorio, con el pan y el vino de la eucaristía, presentados por un grupo de jóvenes, el Sr. Pallarols, un orfebre catalán radicado en Argentina, ofreció a la basílica un cáliz de plata, igual al que tiene previsto ofrecer próximamente al Papa Francisco.
La colecta que se hizo se destinó, por medio de Cáritas, a los damnificados por el tifón Yolanda (Haiyan), en Filipinas. Una chica dio las gracias en nombre de los filipinos residentes en Barcelona. Los cónsules de Argentina y de Filipinas asistieron a la misa, en la que también participó la diputada Gloria Renom y miembros de la Junta Constructora del templo.
La profesión de fe tuvo una especial significación y se hizo con la música, tan popular en Cataluña, del “Credo” del padre Lluís Romeu.
Homilía
En la homilía, en la que utilizó el catalán y el castellano, el cardenal Martínez Sistach puso de relieve la preocupación evangelizadora de Gaudí al diseñar su templo y remarcó su rica significación bíblica, catequética y espiritual. Invitó a toda la archidiócesis a “dar gracias a Dios por los dones que nos ha hecho durante este año”. Citando la primera encíclica del Papa Francisco dijo que “la fe es un bien para todos, es un bien común, y su luz no ilumina solamente dentro de la Iglesia, ni sirve únicamente para construir una ciudad eterna en el más allá, sino que nos ayuda a edificar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza”.
También explicó algunos contenidos de su última carta pastoral dedicada al Año de la Fe, Vivir la fe y edificar la comunidad cristiana, insistiendo en la influencia de la comunidad en la fe y la dimensión eclesial de la creencia cristiana. También subrayó la dimensión comunitaria de los tres objetivos del actual Plan Pastoral Diocesano, la evangelización, la pastoral de la iniciación cristiana y la solidaridad ante la crisis económica.
Obsequios
La celebración, en la que el Cardenal llevaba la misma casulla que utilizó Benedicto XVI el día de la Dedicación, se cerró con el canto del Virolai a la Virgen de Montserrat. Los asistentes, como recuerdo del Año de la Fe, recibieron dos obsequios: un folleto que reproduce el Símbolo de los Apóstoles en catalán, castellano e inglés, ilustrado bellamente con fotografías de la basílica, y un DVD que contiene las imágenes de la misa de Dedicación, que presidió Benedicto XVI, y las imágenes del guión sobre el sentido del templo gaudiniano que se pasan cada día por el circuito interno de televisión para los visitantes.
(Andreu Ávila)
Fuente:: SIC